El Palacio Nacional de El Salvador es una joya de gran
historia para la cultura salvadoreña y es un tesoro arquitectónico, desde su
construcción que data de 1906 es uno de los patrimonios culturales del país y
es muestra del orgullo salvadoreño y de gran historia. En su conjunto el edificio combina detalles Neogóticos, Neoclásicos y Renacentistas. En el centro hay
un patio amplio donde predominan cincoaraucarias que
representan a las cinco naciones de Centroamérica. El Palacio
Nacional fue declarado Monumento Nacional en 1980.
El estilo barroquista queda impregnado desde la fachada
hasta su interior, también se puede observar estilos, románicos, neoclásicos en
fin una combinación muy pintoresca que da un toque colonial, las influencias
europeas quedan muy marcadas en cada balcón, piso, techo, puerta, pasamanos,
escultura entre otros.
En la fachada podemos ver un estilo románico, por sus pilares y bordes en el techo, las barandas
con estilo colonial, las ventanas de arriba con un estilo francés y las de abajo con acentuaciones
renacentistas las estatuas de Cristóbal Colon y la de Isabel la Católica a la
entrada y los costados de los gradas se puede notar una unión entre estilo
romanticista y renacentista con un poco de influencias españolas.
En la recepción nos encontramos un estilo muy de la época romana y esto es
connotada por los pilares y las gradas, en los diferentes pisos de cada
habitación y salón podemos destacar diversas vanguardias arquitectónicas como
por ejemplo cubismos, naturismo naturalismo abstracto.
Pero si nos metemos de lleno y prestamos atención a los
diferentes salones donde se llevaba a cabo el acontecer político de aquel
entonces nos daremos cuenta que hay estilos diferentes en cada uno pero cuando
se unen hacen una armonía espectacular. Por eso que la arquitectura podemos
decir que es totalmente barroca, debido a la unión de estilos y vanguardias,
que hacen más interesante y dan un toque artístico único.
Recordemos que el estilo barroco es muy libre en el sentido
de que combina diversos estilos en una forma exagerada. Es por eso que el
Palacio Nacional es una joya barroca.
El salón rosado que es donde funcionaba como corte suprema
de justicia y en la cual mantuvo a siete magistrados hasta la década de los años
sesenta, ya también por este salón pasaron diversas eminencias políticas en
aquel entonces. Si analizamos este salón nos daremos cuenta que es un estilo
neoclásico, y de hecho es el salón más sencillo con respecto a los demás,
porque es el salón donde menos detalles extravagantes hay el techo es un toque
renacentista las ventanas neoclásicas y su forma de cómo entra la luz le dan un
toque neogótico. El piso es muy sencillo sin mayor detalle.
El Salón rojo este imponente y majestuoso espacio es
conocido como el salón de honor, ricamente ornamentado por relieves en el
estuco en el que destaca en su interior el estilo renacentista francés con
elementos barrocos y clásicos.
Su equilibrada ornamentación incluye los medallones que
enmarcan oleos de seis gobernantes salvadoreños de mucha trascendencia para la
historia nacional. En la parte superior se describe el nombre de los catorce
departamentos de El Salvador. Sus puertas de madera de fino tallado incorporan
cristales ovalados, denotando la influencia del Art Noveau y la lámpara del
centro es de cristal tallado a mano.
Sirvió para ceremonias de presentación de credenciales de
los embajadores extranjeros ante el jefe de Estado así como ceremonias de la
cancillería salvadoreña.
El salón amarillo aquí se alojaba el órgano ejecutivo, su
decoración está basada en pilastras ornamentales de orden de corintio
elaboradas en estuco, a su vez la parte superior es bordeada perimetralmente
por una guarda decorativa siempre en estuco que remata la decoración del salón.
En el centro y como parte de su ornamentación, destacan una
serie de hojas que brindan una especial vistosidad al cielo falso, que se
conjuga armoniosamente con los sobrios diseños de los pisos cuidadosamente
ordenados.
El salón azul fue utilizado para alojar el poder legislativo
hasta el año 1974. Predomina en su interior los colores de la república, el
azul y blanco con entonaciones doradas. Permanecen en su ornamentación
influencias de los estilo clásicos, renacentistas y barroco, en su interior
presenta tres arcos de medio punto tallados en granito gris, arriba de estos se
insertan medallones con los lemas patrióticos “ley-constitución” y “patria y
libertad”.
Su ornamentación es a base de medallones enmarcados y
decorados con figuras de volutas y guirnaldas, todos con nombres de reconocidos
personajes.
La sección sur de este salón era ocupada por el cuerpo
legislativo; en esta salón se muestra el mobiliario original; sus escritorios o
curules que fueron acopados por los diputados de la época; destacan por su
estilo español la sillas y mesas de la presidencia legislativa, aunque su
manufactura es posterior a la inauguración del edificio del edificio.
En la norte del salón, se situaba el público o barra que
llegaban al recinto a escuchar las discusiones públicas del primer poder del
Estado.
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